sábado, 29 de septiembre de 2012

30 años



























Como medimos los tiempos?
Que partes operan en nuestra percepción del tiempo?

La entrada anterior hablaba del para siempre, y me hizo notar la inquietud que genera el concepto. Atados a la palabra. Y lo puedo entender, claro.
Voy a intentar ampliar el marco y el concepto.

Nunca más convencidos de lo planetario en términos de movimiento, de lo constitutivamente relativo, de la idea de la movilidad como inherente a la vida, en cualquiera de sus acepciones. En eso estamos parados, si me permiten la gracia de estar parados y en movimiento a la vez.

Uno aprende con los años, dije antes, y son muchas las instancias que se nos presentan para ello, una y otra vez, una y otra vez…poniendo a prueba nuestra capacidad de…ser.
Como dice Peter Gabriel: “ use your inside out”, algo así como “ poné afuera lo de adentro”, y bancate la que venga. Sin escudos ni asfixiantes seguridades, solo con los amables miedos que protegen nuestras almas de la humedad de los rincones olvidados y mediocres.
Así intentamos vivir, livianos, solo con lo necesario.
Buscando algunas reparaciones, aprendiendo de la luz. Tratando de aprender y enseñar. Sanando.

Estos mínimos equipajes son los que nos ayudan en este sutil viaje por la vida, y son lo que nos conforman, para atrás en el tiempo y para adelante. Estas son las formas del para siempre que voy aprendiendo a elegir, y están todas irremediablemente teñidas de amor.  (Será por estas cosas que somos docentes, verdad Moi?)

Si de percibir y representar se trata, entonces con poco alcanza, solo es cuestión de estar alerta y dejarse llevar. 

Lleva años entender, pero vale la pena intentarlo. 
Quizás allí esté nuestra mejor realidad.

Un abrazo  a todos
Gustavo Barbosa

Para Walter, que  30 años no es nada… 
(vos sabés Moi...)




sábado, 22 de septiembre de 2012

para siempre







































Los años nos van enseñando.
A veces despacio  sin darnos cuenta, a veces a los golpes. Y aun así, empecinadamente,  podemos seguir sin darnos cuenta.
Pero es notable darse cuenta. Te transforma.
Y en esa transformación se pueden medir los crecimientos.

Un día podés aprehender un concepto, y aunque la mitad de los pensadores de la humanidad ya hayan pasado por allí, pasa a ser tuyo. Y a partir de esto, habrá y habrás  mejorado. El  concepto y vos.

Estos procesos son de adentro para afuera e instalan el para siempre.
Mucho se ha dicho sobre la idea del para siempre. Los enamorados la enarbolan, los fanáticos la sufren, los testarudos la machacan una y otra vez.
Hay algo interesante en este concepto que tensa los tiempos, contrae el futuro y nos afirma en el presente. Puede sonar impostado o claramente exagerado, puede expresar solo una intención o ser un simple cumplido. Pero…
Cuando algo o alguien se constituye en la idea de para siempre,  se transforma en algo natural, parte de nuestra vida y respira con nosotros.  Es parte de nuestros paisajes y de nuestros sonidos, los de cada día. Le da entidad a nuestra identidad.

Como reconocer un para siempre?
Ahh, lleva tiempo…y no hay un medidor de parasiemprismo,  sólo hacen falta los años, vaya paradoja.
Un día, el para siempre se vuelve como siempre y entonces estará viviendo en vos...

Abrazo a todos,
Gustavo Barbosa

para mis queridos como siempre...

  

domingo, 16 de septiembre de 2012

son risas


Pienso en los actos de amor; los hay de dimensiones diversas, enormes, pequeños, grasas, desconfiables, eternos, y demás…
Los actos de amor mueven y se mueven. Descarnados, sutiles o llenos de palabras, caricias y gestos ampulosos.

En estos días pensamos en el movimiento planetario, un tanto imperceptible a los ojos descuidados, pero consistente e imparable. Todo se mueve y en ese estado vamos nosotros.

Este movimiento tiene algo de alucinatorio. Estás y cuando te querés acordar, ya no estás, o estás en otro lado. Como cuando te despertás de un sueño, de esos vívidos, para quedarte unos instantes tratando de entender donde corno estás.

Me pregunto si las sonrisas son actos de amor…

Yo puedo dar fe de la demoledora energía de una sonrisa. De los resplandores que traen de intersecciones planetarias en aquellos movimientos. Como ventanas a los espíritus, a veces tan efímeras que no te dan tiempo a reaccionar, y siguen su camino.

Pero cuando una sonrisa se instala, los actos de amor se anuncian y los espíritus se dan la mano para poder seguir.

Yo encontré una sonrisa hace tiempo en un lugar. Y nunca se fue.
Vamos juntos desde entonces, de la mano…
Creo recordar que el lugar tenía un número, era el 218.

Abrazos
Gustavo Barbosa




sábado, 8 de septiembre de 2012

lo que no se dice

























cuando las palabras no alcanzan
entonces aparecen los cuerpos

cuando los cuerpos se aquietan,
entonces aparecen las almas

cuando las almas se pliegan,
entonces aparece la música, 
y todo vuelve  empezar...

así de simple
punto por punto

abrazo para todos
Gustavo Barbosa

para HMSC




domingo, 2 de septiembre de 2012

el regreso del monge




El tema de la representación no es menor en nuestro mundo proyectual.
Hay miles de pensamientos al respecto. Desde uno hacia uno mismo, hasta uno hacia el otro, las ideas se visibilizan a través de imágenes, remotas o precisas. Por resonancias o por minuciosas operaciones. Todo está incluido. Todo.

Estos días nos internamos en los mundos de la precisión y, con las dificultades que conlleva el ser claro y preciso, nos adentramos en las formas desde sus aspectos de concreción y conformación. Encuadres, detalles, rincones se muestran con descarada obviedad y nos desafían a su comprensión. Apasionante ejercicio...entender, poder acaparar variables de relación. Las partes y el todo. Todo junto...

Que miro? Como es este encuentro? Donde está la intersección?

Los cursos mutan año a año, los interlocutores se renuevan y nosotros también.
Los aspectos técnicos de la representación pueden ser tediosos o no, según la manera de enredarse en ellos. Nos es grato percibir una agradable calma en los talleres mientras transitan las horas en compañía del amigo Monge y sus legados.
Se percibe coraje y decisión para investigar las formas en muchos de ustedes, lo que nos entusiasma. Algo está funcionando bien, muy bien.
El riesgo está sobre las mesas y se asoma en los ojos de muchos de ustedes.
Bienvenido sea.

Será que nuestra fe incondicional en las intuiciones, nos devuelve ahora un camino de fluidez sorprendente? 
Será que la tradición y los desvíos se entregan a mitológicas cópulas adelante de nuestras miradas?
Será que el señor Monge y aquella abuela sarcástica y protectora, nos acompañan con mirada cómplice?

Agradables preguntas para este día de sol.
Gran abrazo jóvenes.

Gustavo Barbosa