domingo, 30 de marzo de 2014

un nuevo curso






















Comenzar un nuevo curso siempre genera inquietud, una palabra que suele conllevar una tara semántica, estar inquieto, tenso. Y la realidad es que la inquietud es lo contrario de lo estático, de lo muerto.
Comenzar un nuevo curso universitario, Dibujo en nuestro caso, despliega una creciente escala de responsabilidades y de pasiones.
Enseñar y aprender, un ejercicio simultáneo.
En nuestra manera de entender esta cuestión, enseñar y aprender son las dos caras de una misma idea: crecer.
Cada nuevo curso trae consigo nuevas formas de transmisión, porque son nuevos los interlocutores y de ahí la necesidad de estar/ser inquieto.
Partimos de considerar algunas pocas e indispensables certezas y de innumerables incertidumbres que ponemos en juego con una irrenunciable fe en el devenir.
Sabemos porque estamos acá y ejercemos la responsabilidad como aporte esencial a nuestro rol. Este planteo exige un fino correlato de actitudes y acciones responsables en estudiantes y docentes que preferimos acordar antes que imponer.
En nuestra querida Fadu apostamos año tras año a generar un espacio de crecimiento. Trabajo, reflexión, utopía y afecto son los condicionantes que ponemos en juego en nuestros talleres.
                                                                                                                  
Del hacer al pensar
Del pensar al hacer

La imagen que ilustra este texto, me hace pensar en caminos de cierto grado de dificultad, subir o bajar, mirar de otras maneras para no tropezar y buscar nuevas formas a cada paso 

Es un placer encontrarnos, nuevos estudiantes 
Abrazo a todos
Gustavo Barbosa

fotografía: Moira Sanjurjo

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