jueves, 29 de septiembre de 2016

se agradece


























Éstos son días especiales,
días de festejo, por momentos inundados de cansancio, con imágenes trashumantes o de una consistencia terca, no importa.
Son días festivos, de hermética resonancia, de gritos silenciosos, de proclamas al borde del naufragio, de indeclinables posturas.
Son días de apuesta al cambio, no a cambiemos, de indescriptible esperanza, de algo parecido a lo por venir. 

Son días de decisión o de indecisión, de decidir o dudar, de creer o de inmunizarse.
Son días que se agradecen,
por las ganas,
por la voluntad,
por la necesidad de creer.

Nos transfundimos en estos días especiales,
nos volvemos a ver,
nos rehacemos.

Esto se debe agradecer, entre los volantes reiterados, entre las banderas ominipresentes, entre los intentos de convencer.

Son momentos de certeras felicidades que nos preservan del oscurantismo y la ignominia.
Momentos de decir, momentos de entender, momentos de elegir.

Abrazo queridos habitantes Fadu 
Gustavo Barbosa



domingo, 25 de septiembre de 2016

punto cero



Es complejo vivir...extremadamente complejo y sólo vivimos una vez, (al menos visto desde este lado del mundo) vivimos en vivo, sin ensayos, si te equivocás la cosa se arregla sobre la marcha...o no.
Cuando la computadora se tilda, sin explicaciones demasiado serias, se resetea y ya, vuelve a funcionar, como si en ese procedimiento se sacara de encima los fantasmas del momento.

Que fácil sería hacer algo parecido con nuestra humanidad!

En el quehacer proyectual suele pasar algo parecido, nos embalamos en lo que parece una idea consistente y nos proyectamos a desarrollos y procesos que deberían garantizar el ansiado momento del resultado. 
Es duro retroceder al punto en que la encrucijada se nos presenta como alternativa para volver a intentar, si el resultado se ha volatilizado en las galaxias del desánimo. 

Es imposible volver al punto cero, quizás ni siquiera exista.
Es imposible resetearnos (donde estará el botón?)
Es imposible dejar de ser para volver a ser.

Vivir es muy parecido a proyectar, este verbo que tan bien conocemos en nuestra facultad.
Y proyectar se nos mezcla con vivir, a cada rato y en cualquier lugar, como un virus...
pero de los buenos, de los virus que nos cuestionan todos y cada uno de nuestros días.

Abrazo queridos
Gustavo Barbosa

fotografía: Jade B. Ribeiro

sábado, 17 de septiembre de 2016

organismo






































Ayer viernes, mientras sonaba la Banda Sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires en diálogo con el imponente espacio de nuestro patio central, ante la atenta escucha de muchos que colmaban la planta baja y nuestras generosas barandas, me preguntaba en cuantas dimensiones se produce conocimiento en una comunidad.

En nuestro caso: en los talleres, en las aulas frente a magistrales teóricas, en los pasillos, en el saludo de cada día con cada personaje ya entrañable del pabellón, en la mirada fugaz de nuestro gato oficial, en los bares, en los rincones secretos, en las escaleras, en los abrazos, en las sonrisas?

Donde? 

Cada uno de nosotros somos parte de este maravilloso organismo que es el ámbito donde aprendemos, donde desatamos pasiones, muchas veces con esfuerzos demoledores, quizás, en algunos casos, hasta terminales.

Todos ponemos algo, todos sacamos algo, y algún sabio saber universal establece el equilibrio fundamental para que ésto siga y siga, adoptando las formas del momento.
Si de formas y saberes se trata, es nutriente estar atento para no pasar desapercibientes y mucho menos indiferentes a semejante espectáculo.

Alguien me dijo ayer, "que la música llene todo este lugar"...yo agregaría: que la música del pabellón nos llene el camino.

Abrazo
Gustavo Barbosa

como te quiero Negro!

viernes, 9 de septiembre de 2016

colores en el pabellón 3






































Elecciones en la Fadu.
Se pone en juego el manejo del Centro de Estudiantes.
La policromía invade pasillos, el patio, los talleres y nuestra atención.

Los pactos se renuevan, se sostienen o se prostituyen, hay para elegir
Las caras persisten, los oradores se multiplican y la receptividad no siempre acompaña.

Parece haber infinitos planos en la vida del pabellón 3,
de intrincados e infinitos matices,
de frívolos pareceres y de concienzudos postulados,
de resistencias, fluencias, transas, acuerdos, trincheras y demás,
las elecciones encienden la voz estudiantina para anticipar el 2017, año electoral.
Encienden todas las voces, las que vamos aportando cada uno.

Que color teñirá la Fadu?

Piensen con cuidado mis queridos lectores, es nuestro lugar.

Abrazo
Gustavo Barbosa

sábado, 3 de septiembre de 2016

hipervínculos

Resultado de imagen para calcos familia


En el diario trajín a través de la ciudad podemos disfrutar de todo tipo de delicias, automovilistas trastornados, asesinos encubiertos en bicicleta, colectivos en vuelo rasante, ruido, humo, más ruido, bocinas, impaciencia, histerias y rastros de barbarie.
Sin embargo si observamos con especial detenimiento podremos encontrar un mensaje subliminal de amor que nos enfrenta con aire desafiante desde la luneta trasera del automóvil que nos precede.
Estas osadas exhibiciones de familia explícita me...

Sin intentar menoscabar la acción constituyente de la familia en el tejido social, esta ostentación del orden, del bien como Dios manda, de mostrar lo correcto y dejar por fuera, lo distinto, lo incorrecto, genera profundos sentimientos de exclusión.

La muestra innecesaria de un sospechoso estado de felicidad doméstica recortan del mapa de nuestra benemérita clase media, todo lo que sea otra conformación social, la soledad, las asimetrías, las parejas del mismo sexo y toda conformación que no sea la "normal".

Nada parece inocente en el escenario que nos toca, diría mejor, que nos amenaza.

La exaltación de lo individual, aunque del grupo familiar se trate, insolidariza nuestras conductas y nos enceguece a la otredad. El tejido social requiere de un estado de alerta permanente, so pena de quedar encerrados en el gelatinoso universo del ombligo propio.

Abrazo amigos
Gustavo Barbosa