martes, 29 de noviembre de 2016

fin es





































Escasas horas nos separan del fin del curso 2016 de Dibujo.
Escasas horas nos separan de nuestra despedida.
Un nuevo curso que queda en el tiempo, el de ustedes y el nuestro. Aquí debiera decir sólo el nuestro, ya que así hemos llegado hasta hoy, siendo nosotros.

Me pregunto cada año que les habremos dejado, que les habremos enseñado. En este especial año quiero pensar que les hemos inoculado la inquietud de la pregunta, la inquietud por la inquietud de mirar de otras maneras lo que hasta ayer era como tenía que ser.

Es inevitable sentir en el cuerpo la tensión de la despedida después de estas sorprendentes jornadas de formas, dibujos y música. 
Es esperanzador pensar que cada uno de ustedes serán los agentes disruptivos en los tiempos por venir, en las realidades que les toque vivir, los que cambiarán el mundo.

Nos quedamos con sus sonrisas y eso es algo que atesoramos en nuestros mejores lugares, por lo que, mis queridos, sigan su camino con la alegría del trabajo cumplido.

Un gran placer! Los queremos y eso no tiene fin.

Abrazo
Gustavo Barbosa



domingo, 27 de noviembre de 2016

1950




























En 1950,mi abuelo materno viajó a Estados Unidos y a Cuba por sus negocios y ese viaje se transformó en un hito familiar. No se viajaba con tanta facilidad en aquellos años y los recuerdos de la peripecia duraron mucho tiempo. 
La Cuba que conoció mi abuelo era la de Carlos Prío, quien en poco tiempo sería derrocado por Batista quien a su vez, sería derrocado por la Revolución de Fidel Castro en 1959.
La Cuba de la que se hablaba con admiración en mi casa era la de la espantosa desigualdad y la de los negocios del imperio.
Era un niño en ese 59 y la revolución de Fidel fue una lejana imagen en el comentario de los adultos preocupados por el avance comunista.
En nuestro país Cuba se consolidó como un lugar prohibido desde el 76.
El poder en la Argentina se ocupó de condenar a figuras como el Che o Fidel al lugar de lo que estaba mal, de lo que iba en contra de la moral, de la patria, de los valores cristianos.

Sin embargo el poder en la Argentina no pudo con ellos, acá están.
Para muchas generaciones Fidel y su valientes han sido sinónimo de la lucha por la igualdad de los pueblos y su liberación.

Cuesta años despejar algunas huellas personales.
Cuesta romper prejuicios propios e impuestos.
Es difícil sacarse a 1950 de encima para trascender los "debe ser" familiares, pero se puede, vaya que sí!

La clase media burguesa tiene esa habilidad congénita, la de hacer circular sus miedos esenciales para confeccionar los mapas del mundo que contribuyan a sostener sus miserias.

En estos momentos desolados de nuestro planeta, la muerte de un Fidel nos hace un poco huérfanos, un poco solos, pero también nos obliga a mirar para adelante, para lo por venir, para lo que nos toque ser.
Para enseñar y recordar, para no dejar de pensar que siempre puede haber un mundo mejor.

Salud Fidel!
Gustavo Barbosa


jueves, 24 de noviembre de 2016

es clavo






































Hoy llevé a lavar el auto, rara vez lo hago, prefiero lavarlo yo, pero hoy fui.
Es un lavadero VIP, de esos donde tu auto es el peor lejos.
Mientras esperaba, me dediqué a observar a los dueños de los vehículos que eran entregados. Observaba como recorrían milimetricamente los rincones de los mismos con arrogante y casi obscena dedicación buscando con descaro el error...para poder ejercer el poder de indicar,...el error. 
Suele ser bastante particular el vínculo de algunos humanos con el auto y hay historias de mecánicos casi mitológicas, es decir, casi patológicas, pero, la situación del lavado es particular. El engendro de clase media burguesa con ganas, suele invisibilizar al grupo de lavadores humedecidos denotando vestigios de añorada pretensión esclavista.
Una escena un tanto miserable.

En nuestras profesiones, nos relaciones a diario con todo tipo de operarios, nativos o por opción, alborotados, serenos, sapientes, improvisados, etc, etc. 
La pregunta es clara y determinante: como nos manejamos con nuestros operarios?
Hemos pensado que todos tenemos alguna sabiduría, no importa si tenés 3 post doctorados, o si tus saberes tienen que ver con los caños cloacales, en el trabajo físico de la obra o la producción, no hay digitalización que valga y las sabidurías se empardan.

Un albañil tiene tanto conocimiento acumulado como un profesional, enfocado desde otro punto de vista.
Un ayudante eficiente puede convertirse en tu alter-ego organizando la limpieza de una obra, si le das el lugar.

Entre todos y con todos.

Es importante registrar y respetar estos saberes, nuestro honor está en juego.

Mis respetos a los operarios, mis respetos a los doctores.
Ah, mis respetos a los señores lavadores de autos

Abrazo
Gustavo Barbosa 


fotografía: Feyzullah Tunç


sábado, 19 de noviembre de 2016

no dentra






































Ya he escrito sobre ciertos variaciones del lenguaje producto de sutiles inconexiones entre el leer, el decir y el pensar.
Más allá del arrasador "vaya" conjugación Presente del verbo "Ir" utilizado sin anestesia en diversos ámbitos ( aún los muy serios), por "fuera" conjugación Pretérito Imperfecto del mismo verbo, en una clara mescolanza de tiempos irreconciliables: -"me dijo que yo vaya" ,hoy recordaba la conjugación del verbo entrar. 
En las obras, el reino del hacer y del ensamblar, suele aparecer el encantador "no dentra" que lejos de molestar, magnifica el espacio del pensar. El error gramatical permite visibilizar el proceso de pensamiento frente al problema. De alguna manera refleja el intercambio de saberes que se suceden uno detrás de otro en la complejidad de construir.
Si entra el dentra, también dentra el entra.

Hablamos de lenguajes, hablamos de saberes, hablamos de experiencias.
Eso convierte al hacer en una conversación cosmopolita, al decir de Denise Najmanovich, o sea, una compleja red de acontecimientos enhebrados en la acción común.

Así son nuestras profesiones del diseño, una interminable sucesión de acciones encadenadas.

Como la vida, no?

Abrazo gente
Gustavo Barbosa

fotografía: Denise Kwong

martes, 15 de noviembre de 2016

con son risa































El experimento es simple.

Vas a cualquier oficina pública o privada donde están hartos de atender al público y no lo disimulan en absoluto, te corrés de la tormenta comunicacional que se avecina y desplegás tu mejor sonrisa...el efecto suele ser sorprendente. El rostro impenetrable del empleado/funcionario se rasga y si mirás con atención, casi que podrías pensar que en ese momentáneo desconcierto se vislumbra una oxidada sonrisa.

Miles de situaciones diarias replican esta intervención ciudadana, o podrían, si lo intentamos.

Es por ésto que muchas empresas de telefonía o similar, han desmantelado las oficinas de atención al público y sólo atienden por teléfono con operadores robóticos ligeramente lobotomizados para que se vean impedidos de visualizar tu sonrisa letal, y, por lo tanto pueden consumar la política salvaje de la empresa de arrasar con tu paciencia.

En nuestro familiar ámbito del Pabellón 3 sucede algo similar diariamente. Nuestros queridos no docentes deben lidiar con todo tipo de personajes, todos extraños (habitantes del 3, está claro?) con los que muchas veces se instalan desencuentros monumentales fruto de la sequía sonrisal.

Talleres, aulas, seminarios, sesiones del Consejo, teóricas, lo que sea, deben ser expuestos a la acción de la sonrisa, o hasta de la risa, para dejar que las cosas sigan en movimiento.

Debo aclarar que no estoy tratando de describir sonrisas profesionales y huecas, sino, por el contrario, sonrisas producto del pensamiento cosmogónico de que nada en este mundo es tan serio como parece, nada. Lo que no puede ser filtrado por una dosis de humor, no existe o es un engendro pergeñado por mentes obtusas de recalcitrante conservadurismo.

La vida entera es una gran ironía y como dicen los genios de acá abajo..."recuerda que la última risa es la tuya"

Abrazo queridos
Gustavo Barbosa

fotografía: Antonio Dammacco

miércoles, 9 de noviembre de 2016

con vivencias y agradecimientos






















Nos toca un tiempo propio, unívoco y perfecto.

Mientras lo usamos, cuidamos o desperdiciamos, construimos un imperio donde entrelazamos vínculos y nos prometemos eternidades imposibles.

Estamos, somos, hacemos.

En el devenir inexplicable, atravesamos relaciones, vínculos, personajes, pasiones, buscando nuestro lugar, quizás buscando nos.
Los años nos traen ríos de personas, algunas conservan esa denominación, otras se transforman en las que nos ayudan a darnos forma. Esos son esenciales y no importa cuanto tiempo compartamos, se apoderan de nuestra intimidad para dejar una de las huellas constituyentes. Y viceversa, claro está.

No sabemos de donde venimos ni a donde vamos, al menos no acá. Pero en esta dimensión somos lo que vamos construyendo entre tantos, entre todos.

Es fantástico eso que pasa mientras vivimos... fantástico.

Los vínculos docente/estudiante no escapan a esta certeza. Nos marcan, nos envuelven, nos atraviesan, nos iluminan.
Mientras esto sea así, existirá el aprender, de otra manera no tendría sentido.
De otra manera, ésto no tendría sentido alguno.

Este blog ha sido premiado una vez más por la UBA.
Este reconocimiento es para mí inmensamente apreciado, porque para bien o para mal, estos escritos me permiten desdibujar los límites de lo académico, de los personal y de lo institucional, para generar un espacio de efectiva implicancia.

La lista de agradecimientos es, como siempre interminable. Desde a la UBA, al jurado, hasta a la tímida palabra de algunos de ustedes que me dicen, casi al oído... "leí lo que escribiste y me gustó..."

Da ganas de seguir, muchas, porque así es la vida.


Abrazo y gracias
Gustavo Barbosa

para mis queridos maestros
para mis queridos alumnos

fotografría: Jacob Ehrbahn " Refugee Stream" ( Oleada de refugiados)

sábado, 5 de noviembre de 2016

tiempo loco















































Si yo no recuerdo mal, cuando éramos niños las cosas eran más funcionales a sus nombres, entonces la primavera era la primavera, el verano era el verano y así sucesivamente cada temporada respondía a lo esperable. La vida transcurría así sin mayores sobresaltos.
Quizás por efecto del sobrerecalentamiento, quizás por la globalización endemoniada, la cosa es que ahora tenemos una ensalada de temporadas dentro de temporadas, con los termómetros expuestos al montañismo ruso, para desconcierto poblacional y correspondientes confusas charlas de ascensor.

Para los que nos criamos en edificios en propiedad horizontal de dudosa habitabilidad, el ascensor era, más allá de su función traslatoria, una posible trampa donde te convertías en la víctima de las desolaciones anímicas de algunos vecinos/vecinas. La viuda inconsolable, la abandonada más inconsolable aún, el proto milico que miraba con sospecha nuestros largos cabellos, los aprendices de meteorólogos, el inescrutable señor serio del 4º y en el mejor de los casos, la rubia angelical del 5º de la que siempreestuveenamoradoynuncameanimé...

Hoy los edificios con idéntica dudosa habitabilidad, ostentan con orgullo argumental los amenities, esos engendros comunitarios donde se pueden multiplicar hasta el infinito las anodinas charlas sobre el tiempo y la vida sexual de los del piso de arriba. 
Lavaderos comunitarios, piscinas muy poco olímpicas, solariums de garantizada oscuridad,
parrillas, jardines y demás delicias nos brindan el escenario adecuado.

Los vecinos en vertical funcionan distinto que los vecinos en horizontal, vaya uno a saber porque. Sino basta leer el maravilloso cuento del gran Arlt, "Silla en la vereda", de lectura obligada para entender de que va la vida.

Tiempo loco...
Abrazo queridos

Gustavo Barbosa

martes, 1 de noviembre de 2016

la otra cara






































Se suele decir: "la otra cara de la misma moneda"  para atenuar, de alguna manera, las taxativas clasificaciones entre bien o mal, o entre ángel o demonio, disensos que suelen naufragar en los océanos de la labilidad humana.
Lo que hoy está mal, mañana puede estar bien, según quien ostente el poder, dicte la moral de turno o enarbole las palabras de aquel sabio tango de hace tanto tiempo.
De ahí la grieta, de ahí los argumentos de endeble sustento, de ahí el desmoronamiento de los valores morales de una sociedad que tambalea en sus endebles cimientos.

La pregunta que me surge es: que hay entre las dos caras?

Nuestra subjetividad comanda la aventura de correr la carrera de obstáculos que presenta la vida tal como la conocemos. Las tentaciones aparecen en cada recodo del camino y nuestro discernimiento elige, para bien o para mal...y... vuelta a empezar!

Existirá un espacio común donde refugiarnos de estos extremos tan poco creíbles?

Quizás sólo sea la distancia necesaria, quizás la experiencia, quizás...

En nuestros cursos llega el temido momento de la calificación, esa definición que separa las aguas de los que siguen o se quedan a un costado.
Pretendemos garantizar imparcialidad y objetividad en esas evaluaciones y muchas veces (las más) nos topamos con la imposibilidad ancestral de comparar ideas, procesos y resultados en el medio de la impronta subjetiva que tiene nuestro mundo del diseño.
Cada camino dictamina su destino. La faltante idearia se sostiene en impecables procesos, magníficos resultados ocultan la falta de crecimiento real o la soledad desamparada y arrasadora de algunos estudiantes que opaca todo puede ser desterrada de un saque con una simple palabra acompañada de una sonrisa.
Nos aventuramos con altas dosis de intuición en la valoración selectiva, esa que permite compensar con la intención de salvaguardar el ánimo.

Cuando nos encontramos entre las dos caras, nos podemos entender, pero claro, no es un camino fácil, hay que tener ganas.

Abrazo
Gustavo Barbosa

fotografía: Hannes Caspar