sábado, 31 de diciembre de 2016

el 17


No hay texto alternativo automático disponible.






























En horas comienza el 2017.
Brindo por ello con ustedes, mis indispensable interlocutores.
Brindo por que todos podamos comprender la necesidad de no ceder posiciones para defender nuestro lugar en el mundo, la Fadu, la UBA y la educación pública en nuestro país.
Brindo por hacer respetar nuestra capacidad crítica e irreverente para alejar a los fantasmas del desánimo.
Brindo por sostener la sonrisa como un estado sanador indispensable.
Brindo por seguir aprendiendo en los talleres.
Brindo por nosotros, por los que estamos, por los que se fueron y por los que vendrán.
Acá vamos 2017!
Salud!!

Abrazo amigos, los queremos
Gustavo Barbosa

Ilustración: Tute

martes, 27 de diciembre de 2016

2 mil 16






































Parece necesario cerrar el ciclo, cerrarlo con una mirada crítica y posicionada.
En lo personal, el 2016 fue un año de reconocimientos, en el sentido exploratorio del término. Un buen año.

En lo social, el 2016 ha sido difícil, como otros años difíciles, como otras tantas veces para los que trasvasamos las 6 décadas. El gran problema de este momento en particular, es la percepción de lo desmantelado.

Para los que nos dedicamos a construir, a producir objetos, el demoler, el desmantelar, tiene un costado desalentador.

Para los que nos dedicamos a enseñar, el proyecto es para un futuro que, aunque incierto, apueste a la construcción, no al desmantelamiento de la esperanza.

La responsabilidad por lo tanto es la de no ceder al desánimo, por el contrario, es poder visibilizar la medida de lo intangible, provocar la conciencia, encender las voluntades.
Esa es nuestra tarea y lo será por sobre los depredadores de la felicidad.

Abrazo mis queridos,
que terminen bien el año y muchas gracias por estar aquí, sostiene cualquier zozobra.

Gustavo Barbosa

fotografía: Tushar Khandelwal

miércoles, 21 de diciembre de 2016

(in) visible





























Con los años y la experiencia, uno podría establecer algunas clasificaciones de las actitudes del estudiante universitario, el tímido, el audaz, el prepotente, el simpático, el seductor, el despistado, el brillante y demás. La que me interesa en particular es la cualidad de algunos estudiantes de construir con tesón su invisibilización.
Ya sea por infinita timidez, por comodidad, por temor o por aquella nefasta condición pragmática del burgués medio pelo del "no te metás", tan en boga en los años de fierro, el pasar inadvertido es un problema.

En las épocas de la colimba, el hacerse invisible garantizaba no convertirse en el epicentro de los sadismos de suboficiales y oficiales de turno, mis amigos podrían contar innumerables anécdotas al respecto. El servicio militar al ser una de las estupideces más desgastantes que haya pergeñado el estado, justificaba cualquier intento de minimizar el daño generado.

Invisibilizarse en la universidad quizás arrastre taras de la secundaria, problemas familiares desorbitantes o inconformismos inciertos, pero en la práctica, en la Fadu, en nuestras carreras la imagen constituye nuestro lenguaje, por lo que transformar una imagen en algo invisible es harto difícil. Establece una contradicción esencial.
Nuestra tarea principal, en pos del buen ejercicio proyectual, sea propender a la coincidencia entre lo que dibujo, lo que pienso y lo que tengo para decir, el resto sale sólo y cuando sale, el universo brilla mucho más.

Nuestro largo año en el CBC nos da innumerables oportunidades de ayudar a destrabar las porfiadas imágenes invisibilizadas, sólo hay que aprender a mirar con suma atención.

Abrazo
Gustavo Barbosa

fotografía: Cesary Wyszynski
  




PD: ahhh, y feliz navidad!, si el mundo y el gobierno no te sacaron las ganas


domingo, 18 de diciembre de 2016

miopes II (despolarizados)










En'una proporción directa con el precio del automóvil y a pesar de su prohibición, los propietarios de los mismos, con la excusa de atenuar la incidencia de los rayos de febo, oscurecen los cristales para aislarse de la realidad social imperante, ocultándose en su pequeño universo motorizado.

Los que hayan pasado por la atípica experiencia de eliminar la película polarizante, podrán descubrir un nuevo y asombroso mundo que se abre ante sus ojos, incluyendo peatones, bicicletas, animales y otros objetos molestos que suelen interponerse en el camino del raudo conductor polarizado.

Si el querido lector me lo permite, apelo a la auto referencia. Estoy en el medio de una operación (prematura...obvio) de cataratas y de paso, la corrección de mi avanzada miopía. Los resultados están siendo sorprendentes, veo a la distancia con nitidez HD y descubro con sorpresa que los colores no son los de entonces. Algo ha cambiado.
Algo externo está modificando mi capacidad de percepción.

La pregunta sobrevuela mi humanidad sin pedir permiso, cuantas películas  tendré, tendrás, tendremos, que polarizan nuestra percepción?
Más allá de los aspectos físicos tan caros a nuestros afectos como agentes del diseño, cual es nuestra capacidad de bucear en las opacidades de la percepción del mundo?

Cuantos universos mezquinos tenemos para ocultar (nos) lo que nos avergüenza como sociedad?

Cuantos vehículos polarizados usamos para circular, indiferentes, por nuestra vida?

Les dejo estas palabras mientras la lluvia amenaza y yo sigo en HD

Abrazo
Gustavo Barbosa


fotografía: Carmine Chiriacò


lunes, 12 de diciembre de 2016

miopes
































Yo no fui a Jardín de Infantes,no era tan común allá por los 60's.
Mi historia escolar empezó con Primero Inferior en una escuela pública de Caballito.
Bastaron pocos días en el aula para que la maestra llamara a mi madre para decirle:
-" Señora! Su hijo no ve bien! ", cosa que había pasado inadvertida para mis progenitores, tan atentos ellos.
Ese día se oficializaron mi condición de miope y mi estado eterno de rebeldía familiar. 

Los anteojos, las lentes de contacto junto con toda su parafernalia pasaron a formar parte de mi cotidianeidad, casi como un estado de normalidad esencial. Yo no veo tres en un burro o más cercano a nuestros paisajes, no veo un pomo.

La miopía podría ser considerada como una interfaz que funciona entre nosotros y el mundo, que se instala como una membrana vinculante carente de nitidez y proclive a la vida propia. No se ve el mundo, más bien se intuye. 
De ahí que los miopes suelen ser tímidos o retraídos pues navegan en visiones de una densidad algo viscosa.

Más allá de la miopía visual podemos pensar que exista una miopía mental? Una capacidad disminuida de poder pensar libremente?
Una deficiente subjetividad puede constituir una barrera deformatoria de nuestra capacidad de "ver" nuestro entorno inmediato, mediato y social.
Estamos transitando un momento político que parece inducir el desarrollo de una capa aisladora de toda solidaridad. Un sálvese quien pueda de nefasta consecuencia.

Somos universitarios, lo que exige la obligada mirada crítica a como dé lugar, miope o no.
Somos universitarios, desarrollemos la agudeza social, no sea cosa que nos quedemos perdidos entre el humo de nuestras miserias cortas de vista.

Abrazo
Gustavo Barbosa

fotografía: Greslin Geoffrey Photographie

miércoles, 7 de diciembre de 2016

dueños


























Cuando logramos adueñamos de nosotros?
Cuando logramos editar la imagen que tenemos de nosotros con nosotros mismos, con lo que elegimos ser?

En la niñez, como esponjas, absorbemos con avidez todo lo que nos depara el escenario cercano, padre, madre, tutor o encargado, para bien o para mal nos guían en las bambalinas de la vida. Las huellas de estos procesos son inevitables, no necesariamente saludables.

Años de herméticos pensamientos me han enseñado que algunas huellas de dudosa fiabilidad, acechan a cada lado del camino para emboscarnos sin piedad y condicionar nuestras acciones.

Como despojarnos de lo que no somos?

Como padres deberíamos aprender a soltar a tiempo.
Como hijos deberíamos aprender a despojarnos.
Como docentes debemos aprender a acompañar con un ligero contacto, el mínimo, y provocar incansablemente, que de eso se trata, para que aflore lo fundamental, lo propio.

Es menester ser dueños de nosotros, de nuestras acciones,de nuestras glorias, de nuestros errores, de nuestros amores, de nuestra vida. No tengo muy claro como se hace, pero sí sé que tenemos que hacerlo.

Enhebrar nuestras imágenes, hilvanar nuestros pensamientos, quizás lleve toda la vida, pero eso será al fin ocupar nuestro bendito lugar en el mundo.

Abrazo queridos
Gustavo Barbosa

fotografía: Detlev Riecke


sábado, 3 de diciembre de 2016

oh juremos




Ayer tuve el honor de compartir la ceremonia de jura de títulos en la Fadu, por invitación de Homero Pellicer junto a Laura Gismondi.

Imposible no hacer carne la emoción que circula en nuestra Magna en estos eventos, los egresados, los padres, las madres, los hijos, novios, novias corporizan una comunidad invisible que acompaña a cada estudiante durante su cursada y que se materializan para la ocasión.
Todos sabemos que están, todos podemos ser ese padre, esa madre, ese amigo desbordante de orgullo por el que logró lo que por momentos parecía imposible y culminó sus estudios. 
Nosotros, los docentes, somos un poco todo eso y por ello somos parte de ese sistema emocional.

Es un privilegio recibirlos en las puertas de la Fadu.
Es un enorme placer verlos partir con el título bajo el brazo.

Como dije ante esa expectante audiencia, nunca canté el Himno con tanta emoción!
Salud por todos!

Abrazo 
Gustavo Barbosa

fotografía:Luis Picarelli